domingo, 13 de diciembre de 2020

Polbo á feira


O MILLOR A NIVEL MUNDIAL


Ingredientes para 4 personas

1 pulpo de 1kg y 1/2, 4 patatas medianas,
 1 cebolla, sal, sal en escamas,

 pimentón dulce y aceite de oliva virgen extra.


Elaboración del pulpo a la gallega

Tenía un pulpo congelado que iba a utilizar para otra receta así que me ha venido de perlas. La cuestión es que es mejor congelarlo antes de cocinarlo porque de ese modo se rompen las fibras musculares que hacen que se quede más duro en el cocinado. Lo sacamos 24 horas antes a la nevera para que se descongele y lo echamos al agua hirviendo con una cebolla y unas hojas de laurel.

En el momento de echarlo al agua lo asustamos 3 veces, esto es, lo metemos y lo sacamos 3 veces, de esa forma veremos como se encoje (se asusta). Lo dejamos cocer ya dependiendo el tamaño. En el caso de un pulpo mediano unos 30 minutos serán suficientes.
Lo sacamos  y cortamos en rodajas las patas. Si son muy gordas en rodajas más finas que si son patas pequeñas. También cortamos la cabeza en trozos, limpiándola bien, eso si no la limpiamos antes de cocerla (que es lo preferible) dándole la vuelta.
En otra cazuela ponemos a cocer con un poco de sal unas rodajas de patatas de 1 cm aprox.

PULPEIRA

Degustación
Para terminar la receta de pulpo a la gallega, servimos en platos de madera (si tenemos), las patatas y encima el pulpo. Añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, el pimentón y sal en escamas o gorda.


viernes, 4 de diciembre de 2020

O APALPADOR


Mucho antes de que la sociedad de consumo importase de los países nórdicos a 

Papá Noël, en Galicia ya habitaba la figura del Apalpador. 




El Apalpador (también conocido por el nombre de Pandigueiro en la comarca de Tierra de Trives) es, en las zonas del este de Galicia, la figura mítica de un carbonero​ que baja las noches del 24 de diciembre y 31 de diciembre a tocar el vientre a los niños para ver si han comido suficiente durante el año, dejando un montón de castañas, eventualmente algún regalo y deseándoles que tengan un año nuevo lleno de felicidad y comida.




Xesús Taboada Chivite recoge​ en sus estudios sobre ritos y creencias gallegas la existencia del ritual propiciatorio de palpar la barriga de los niños en Nochevieja, que recibe así el nombre de noite de apalpadoiro (noche de palpar).



A lo largo del tiempo los frutos otoñales han dejado paso a los juguetes, pero la esencia es la misma y este Papá Noel a la gallega se encuentra en pleno auge de popularidad. En los últimos años los ayuntamientos trabajan para recuperar esta figura en Cabalgatas de Reyes o actividades navideñas. También son numerosas las obras de teatro de títeres, documentales o charlas que difunden la figura del Apalpador.  En ellas, además de repartir regalos, transmite un mensaje de respeto por la naturaleza y cuidado del medioambiente.


Viñeta del humorista gráfico Luís Dávila (O Bicherío)


La siguiente es una canción sobre el Apalpador recogida en diciembre de 1994 en Romeor de Caurel (Lugo):​



Vai-te logo meu ninim/nininha,
marcha agora pra caminha.
Que vai vir o Apalpador
a palpar-che a barriguinha.
·············
Xá chegou o dia grande,
dia do nosso Senhor.
Xá chegou o dia grande,
E virá y ir o Apalpador.
·············
Manhã é dia de cachela,
que haverá gram nevarada
e há vir o Apalpador
c´uma mega de castanhas.
·············
Por aquela cemba,
xá vem relumbrando
o senhor Apalpador
para dar-vos o aguinaldo.
Vete corriendo mi niñito/niñita,
vete ahora a la camita.
Que va a venir el Apalpador
a palparte la barriguita.
·············
Ya llegó el gran día,
día de nuestro Señor.
Ya llegó el gran día,
y vendrá el Apalpador.
·············
Mañana es día de 
que habrá una gran nevada,
y vendrá el Apalpador
con un cesto de castañas.
·············
Por aquel talud,
ya viene alumbrando,
el señor Apalpador
para daros el aguinaldo.


El Apalpador es un hombre de barba pelirroja, un viejo gigante, que vive en las 

dehesas de las altas montañas haciendo carbón para ahuyentar el frío del invierno.

En la noche del 24 de diciembre baja hasta las aldeas, se mete por las chimeneas en 

las casas y se acerca a los niños y niñas que duermen al abrigo de las mantas y les 

toca las barrigas para ver si los pequeños están bien alimentados.

Les da un beso en la mejilla y les deja un puñado de castañas para que no pasen 

hambre.