La villa de Portomarín nació y creció al lado de un puente romano sobre el río Miño (reconstruido en la Edad Media) y del Camino de Santiago. El 18 de mayo de 1212, la Orden de San Juan otorgó fueros para su gobierno y administración a la localidad.
Cuando en 1962 se construyó el embalse de Belesar, el pueblo se trasladó al vecino Monte do Cristo. Allí se reconstruyeron algunos de los edificios más importantes, tanto civiles como religiosos; especialmente la iglesia de San Nicolás, de estilo románico levantada por la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, cuyas piedras fueron numeradas y ensambladas de nuevo en su actual emplazamiento.
En las temporadas en que baja el nivel del pantano todavía son visibles los restos de las antiguas edificaciones, el malecón y el primitivo puente.
Además de ser conocido por su paisaje, Portomarín también tiene muy buen aguardiente, el cual, ha recibido numerosos reconocimientos. El día de pascua se hace el aguardiente allí, en la plaza delante de la iglesia, en la "Festa do Augardente".
En 2015, en la aprobación por la Unesco de la ampliación del Camino de Santiago en España a «Caminos de Santiago de Compostela.
La iglesia de San Juan que se ubica en la localidad lucense de Portomarín, en Galicia.
De estilo románico, fue declarada monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional el 3 de junio de 1931, durante la Segunda República, mediante un decreto publicado el día 4 de ese mismo mes en la Gaceta de Madrid, con la rúbrica del presidente del Gobierno provisional de la República Niceto Alcalá-Zamora y el ministro de Educación Pública y Bellas Artes Marcelino Domingo y Sanjuán.
A comienzo de la década de 1960 tuvo que ser trasladada desde la antigua ubicación de la localidad, el viejo Portomarín, a la moderna, a raíz de la construcción de presas en el Miño. También es conocida como iglesia «de San Nicolás».
En la actualidad cuenta con el estatus de Bien de Interés Cultural.
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