Dicen de Antonio Docampo que era muy buena gente y que siempre estaba de buen humor.
Murió de una neumonía y sin haber probado una gota de agua en su vida.
Antonio Docampo no probó una gota de agua durante su vida (Le Journal de Montreal)
Antonio Docampo García, de 107 años y natural de Ribadavia pero residente en Vigo, tomaba aguardiente en el desayuno para calentar el cuerpo y en el almuerzo y a la hora de comer le gustaba echarse sus vasitos de vino "sin conservantes, ni sulfitos ni añadidos artificiales". Le gustaba el caldo tinto natural, el que salía de sus propias bodegas, las Docampo, en las que trabajó durante toda su vida tras luchar en la Guerra Civil.
Con una salud de hierro, este gallego juraba haber llegado a los 107 años "sin haber probado una gota de agua", que como se dice popularmente "es para las ranas". Entre su hijo y él podrían beberse hasta 200 litros de vino al mes., tres litros cada día. "Incluso después de comer me pedía una tacita de vino para roncar hasta después de muerto", dice su hijo Manuel.
Dicen de él los vecinos que tenía un carácter muy afable y siempre mostraba un buen humor. Una neumonía se lo llevó y la prensa mundial, incluso hasta en Canadá,
en el 'Journal de Montreal', se han hecho eco de esta noticia que adelantó 'La Voz de Galicia', con un titular muy gracioso: "Este hombre murió a los 107 años después de haber bebido
tres litros de vino cada día durante toda su vida".