martes, 31 de mayo de 2016

FOGUEIRAS DE SAN XOÁN



En San Xoán meigas e bruxas fuxirán
Las raíces de la celebración de la Noche de San Juan se pierden en el tiempo. Nuestros antepasados creían que el Sol estaba enamorado de la Tierra y se resistía a abandonarla. Y por ello comenzó a festejarse en la última noche de primavera, alrededor del 24 de junio, que es la más corta del año. A esto se unía la superstición de que ese día era el ideal para ahuyentar a los malos espíritus y atraer a los buenos, así como para librar encantamientos de amor y fertilidad. 

En Galicia se rinde culto al fuego (hogueras), al agua (baños sagrados), y a las hierbas (hierbas de San Juan). En esta comunidad autónoma prevalece la festividad orientada al solsticio de verano, y las variantes relacionadas con la mitología celta.

LA CORUÑA
En la ciudad de La Coruña, la fiesta ha logrado el mérito de ser considerada como Fiesta de Interés Turístico Internacional. La ciudad entera sale a la calle a festejar su noche más mágica, pudiendo encontrar hogueras en todos los barrios de La Coruña, siendo de especial relevancia la gran concentración de gente en las playas de Riazor y Orzán, en pleno corazón de la ciudad. Los coruñeses celebran la llegada del verano con multitud de hogueras, sardiñadas y buen ambiente en una fiesta que cada año atrae un mayor número de turistas, principalmente nacionales, que se ven atraídos por esta atmósfera festiva, por las verbenas y los fuegos artificiales que se lanzan desde la explanada de Las Esclavas.

Hogueras de San Juan en Galicia
En toda Galicia se celebra desde tiempo inmemorial la noche del solsticio de verano, establecida desde el cristianismo en la noche de San Juan con ritos ligados a la fertilidad y purificación. Toda Galicia arde en esta noche de norte a sur y de este a oeste. Se levantan "cacharelas" o "lumeiradas" (hogueras) en cada casa; cada parroquia y cada barrio. La vista desde el aire es de miles de diminutos puntos repartidos por todo el territorio.
Se dice que esa noche mágica se comunican el mundo del más allá con el del más acá. Es el momento de espantar los malos espíritus: En San Juan meigas y brujas huirán (En San Xoán meigas e bruxas fuxirán)
Sardiñas
Las hogueras se encienden llegado el día 24, es decir, pasada la media noche. Se le atribuye protección y buena suerte al hecho de saltar nueve veces una hoguera esa noche (según las poblaciones, el número varía). También nueve veces había que recibir olas en La Lanzada, para aumentar la fertilidad femenina.
Es importante mencionar las hogueras en la Isla de Arosa ya que cada año en este solsticio más de 50 hogueras se encienden en el lugar, con un ambiente festivo las preciosas playas de arena blanca se llenan de gente a la anaranjada luz del fuego.  


Por la noche se recogen plantas aromáticas de varias clases que se dejan en agua para lavarse en la mañana siguiente; se le atribuyen propiedades terapéuticas y limpiadoras. Hacer dibujos o manchas esa noche también tenía un carácter clarividente, y también en ese sentido, acostarse con un manojo de hierbas de San Juan hacía que al día despertarse se supiera la identidad de la futura pareja.
La comida típica de esa tarde-noche son los cachelos (patatas asadas con su piel, que se retira luego) y las sardinas asadas. La bebida típica es la "Queimada", poción mágica de aguardiente con frutas y mucho azúcar que se quema en una marmita y se recita un hechizo durante la preparación. Otros postres típicos son las "filloas", las "orellas de frade", y las chulas. Es una fiesta extendida en todo el litoral y casi toda Galicia.

lunes, 30 de mayo de 2016

Como distinguir distintos tipos de Ameixa


Almeja Japónica 
La almeja japónica o japonesa tiene sus líneas muy marcadas, formando cuadrículas al cruzarse, mucho más marcadas que en la almeja fina. Sus sifones están unidos hasta la mitad de su longitud y el color de su concha varía entre tostado, gris y negro. Su crecimiento es muy rápido, lo que motivó que su cultivo se extendiera a las costas francesas y británicas, para posteriormente ser introducida en España e Italia, donde se cultiva intensivamente. Ahora podemos encontrar esta almeja cultivada en Galicia, aunque de momento su producción es mínima.






Almeja Rubia 
La almeja rubia se denomina así por sus tonalidades rojizas y moradas que la diferencian de otras almejas. Sus líneas concéntricas, al igual que sus radios, poseen tonalidades muy dispares, formando unos dibujos característicos en forma de zigzag. Su concha es más lisa y brillante que otras almejas y asemeja estar pulida. Se utiliza habitualmente para platos más elaborados como guisos, a la marinera, etcétera. La mayor parte de la almeja rubia que podemos encontrar en Galicia es gallega, aunque también existen partidas procedentes de Portugal.






Almeja Babosa
La almeja babosa es normalmente de color gris pálido o crema, con unas bandas tenues de una tonalidad más intensa y unas finas líneas que se dibujan en su concha, paralelas al borde. Los sifones están unidos en toda su longitud, siendo esta característica la que nos permitirá diferenciarla de otras almejas. Tiene una calidad similar a la almeja fina, pero no posee su resistencia fuera del agua y es más delicada que otras almejas. Estas características dificultan que su destino sean los mercados exteriores, por lo que se exporta en menor medida.






Almeja Fina 
La almeja fina es un bivalvo de extraordinaria calidad. Es también conocida como almeja de Carril, por ser este pueblo marinero un gran productor de este tipo de almeja. Su concha posee unas finas líneas en forma de radios y otras concéntricas que forman sus característicos cuadritos. Su color, entre blanco y castaño, varía dependiendo de la zona de producción. Sus sifones son largos y están separados en toda su longitud. Aguanta viva fuera del agua mucho más tiempo que otras almejas, por lo que adquiere un gran valor en el mercado, ya que su ciclo de comercialización puede durar más tiempo.


domingo, 29 de mayo de 2016

Rape a galega


Rape a galega

Rape a la Gallega

Porciones / número de personas: 1 por persona Tiempo de Preparación: 20 minutos Tiempo de cocción: 20 minutos Categoría: Pescados y marisco Dificultad: Fácil

Ingredientes:2 colas de rape 2 ajos Aceite de oliva Pimentón de la Vera Pimienta negra en grano Sal 2 hojas de laurel 3 patatas pequeñas 


Instrucciones:
Cocemos las patatas y el rape en agua fría con sal, laurel y unos granos de pimienta negra. En una sartén con un chorro de aceite de oliva sofreímos los ajos laminados, apartamos del fuego y añadimos el pimentón, removemos bien. Servimos el rape con las patatas y regamos con la ajada.

jueves, 26 de mayo de 2016

EL HOMBRE LOBO GALLEGO



Romasanta «Lobishome» el asesino en serie
Manuel Blanco Romasanta, que pasó a la posteridad como Lobishome, nació el 18 de diciembre de 1809 en el pueblo de Regueiro, en la provincia de Ourense. Fue inscrito como Manuela, ya que sus padres pensaron que era una niña. Tenía 21 años cuando contrajo matrimonio con una muchacha que falleció poco después. Tras la muerte de su esposa, en 1834, dejó la profesión de sastre y se convirtió en vendedor ambulante.

Su vida cambió y fue en ese momento cuando comenzó a cometer crímenes, según él, convertido en hombre lobo. Tras su detención, el segundo día del mes de julio de 1852, confesó que su primera víctima había sido un alguacil de León. Por este crimen fue puesto en búsqueda y captura por un juzgado de León en 1844. Para escapar de la Justicia se escondió en el pueblo de Rebordechao, en la ourensana sierra de San Mamede. Allí vivían las que se convertirían en sus siguientes víctimas.

Manuel Blanco Romasanta
Convencía a mujeres para que lo siguiesen en su trashumancia como vendedor ambulante diciéndoles que les encontraría trabajo en casas adineradas de León y Ponferrada. En el pueblo nunca volvieron a saber nada de las que con él se fueron en busca de una vida más cómoda, alejada del pueblo. Acabó siendo detenido en Nombela, en la provincia de Toledo.


Confesó ser autor de trece muertes. Declaró que mataba después de convertirse en lobo debido a una maldición que lo había acompañado desde la adolescencia. Contó que bajo la forma de lobo había llegado estar hasta ocho días, y que cuando recuperaba la apariencia de humano, se arrepentía de sus crímenes.


El Juzgado de Allariz lo condenó a morir en el garrote por la muerte de nueve personas, pero no encontró pruebas de que fuese autor de los otros crímenes que se le atribuyeron. La Audiencia de A Coruña conmutó la pena de muerte por cadena perpetua, pero unos meses después, en noviembre de 1854, volvió a condenarlo a morir en el garrote. En 1853, a punto de ejecutarse la sentencia, su suerte cambió cuando, dada la repercusión mediática del caso, un profesor llamado Mr. Philips envió una carta desde Argel dirigida a la reina Isabel II, asegurando que cualquier ser humano podía ser víctima de esa enfermedad de creerse hombre lobo, trastorno mental conocido como licantropía.



El 13 de mayo de 1854, la reina revocó la sentencia con una real orden y conmutó la pena de muerte por cadena perpetua. El hombre lobo de Allariz, como era conocido ya en los medios de comunicación de la época, fue encarcelado en la prisión de este municipio. Se sabe cuándo entró, pero no cómo ni cuándo la abandonó. No existe documentación de su salida de la cárcel, ni vivo ni muerto, y los historiadores tampoco han encontrado una tumba con su nombre. Su pista se diluye en las paredes de la prisión de Allariz.



   
En el proceso judicial que se celebró contra él, en el legajo 1.778, guardado en el Archivo Histórico del Reino de Galicia, se dijo que Manuel Blanco Romasanta podría haber vendido el sebo que obtenía de sus víctimas en boticas próximas del otro lado de la Raya, en Portugal, donde lo utilizarían con fines terapéuticos, de ahí que también fuese conocido como O home do unto.


Romasanta fue detenido cuando tenía 43 años y su historia ha sido llevada al cine en varias ocasiones. La versión más conocida fue realizada en 1971 por el director Pedro Olea a partir de la novela El bosque de Ancines, de Carlos Martínez-Barbeito, y protagonizada por José Luis López Vázquez.

domingo, 15 de mayo de 2016

POLBO Á FEIRA

O MILLOR A NIVEL MUNDIAL


Ingredientes para 4 personas
1 pulpo de 1kg y 1/2, 4 patatas medianas, 1 cebolla, unas hojas de laurel, sal, sal en escamas, pimentón dulce y aceite de oliva virgen extra.
Elaboración del pulpo a la gallega





Tenía un pulpo congelado que iba a utilizar para otra receta asi que me ha venido de perlas. La cuestión es que es mejor congelarlo antes de cocinarlo porque de ese modo se rompen las fibras musculares que hacen que se quede más duro en el cocinado. Lo sacamos 24 horas antes a la nevera para que se descongele y lo echamos al agua hirviendo con una cebolla y unas hojas de laurel.

En el momento de echarlo al agua lo asustamos 3 veces, esto es, lo metemos y lo sacamos 3 veces, de esa forma veremos como se encoje (se asusta). Lo dejamos cocer ya dependiendo el tamaño. En el caso de un pulpo mediano unos 30 minutos serán suficientes.

Lo sacamos  y cortamos en rodajas las patas. Si son muy gordas en rodajas más finas que si son patas pequeñas. También cortamos la cabeza en trozos, limpiándola bien, eso si no la limpiamos antes de cocerla (que es lo preferible) dándole la vuelta.

PULPEIRA
En otra cazuela ponemos a cocer con un poco de sal unas rodajas de patatas de 1 cm aprox.

Degustación
Para terminar la receta de pulpo a la gallega, servimos en platos de madera (si tenemos), las patatas y encima el pulpo. Añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, el pimentón y sal en escamas o gorda.

sábado, 14 de mayo de 2016

Merluza a Galega



INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS


merluza, 2 rodajas

guisante, 100 gramos

laurel, 1 hoja

ajo, 3 dientes

patata, 600 gramos

cebolla mediana, 1 unidad
aceite de oliva virgen, 6 cucharadas
pimentón, 1 cucharadita

ELABORACIÓN
Calentar agua en una cazuela; añadir las patatas en rodajas, la cebolla troceada y el laurel, cocer 15 minutos y añadir los guisantes. Cocer a fuego suave hasta que todo esté tierno.

Incorporar las rodajas de merluza y cocer 6-8 minutos, hasta que la carne se desprenda de la espina (si se pasa el punto de cocción, quedará reseca). Escurrir las patatas, los guisantes y la merluza y pasarlo a una cazuela. En una sartén rehogar los ajos en láminas o picados, en el aceite; cuando estén dorados, apartar del fuego, añadir el pimentón, remover y verter sobre el pescado. Servir al momento.

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