El primer domingo de agosto, Catoira repele a golpe de vino tinto y buen humor el ataque de los vikingos. La fiesta, declarada de interés Turístico Internacional, es el evento más importante del año en la localidad, y ha permitido a esta pequeña villa adquirir relevancia en toda Europa y acceder a proyectos, fondos y ayudas que, sin no fuese por los hombres del Norte y por su legado, habrían quedado fuera de sus posibilidades. Precisamente por todo esto, mejorar la Romaría Vikinga es un asunto del que se suele hablar, y mucho, en Catoira. Este año, el Concello ha decidido intentar dar un plus a la fiesta. Y lo harán introduciendo, justo antes de la llegada de las hordas invasoras, una pequeña dramatización.
Como cada primer domingo de Agosto, el municipio de Catoira celebra la Romería Vikinga, un evento que con el paso de los años ha alcanza mayor relevancia. Durante los días previos a la romería, la localidad acoge diversas actividades lúdicas y culturales, como obras teatrales, conciertos o un campamento vikingo, enfocadas en la tradición del desembarco vikingo y la historia de su pueblo.
Sábado de Agosto, por la noche, a las 21.30 horas, tendrá lugar en el recinto de las Torres del Oeste la tradicional Cena Vikinga El menú estará compuesto por mejillones, pulpo, churrasco, sobremesa, vino, agua, café y licores, y el precio será de .... euros para adultos y de ... euros para los menores de 14 años.
Domingo , a las 10.00 horas saldrá el pasacalles a cargo de varios grupos folclóricos, desde la praza do Concello hasta el recinto de las Torres del Oeste, lugar donde los asistentes podrán disfrutar de una mejillonada, degustar vino tinto del Ulla y deleitarse con el mercado medieval. A las 12... horas Troula Animación ofrecerá una actuación.
A las 13.... horas, dará comienzo el principal acto central del día: la Dramatización del Desembarco Vikingoy la Defensa de las Torres del Oeste a cargo del Bruxo Queiman y Andrea Pousa. A las ... horasTroula Animación volverá a actuar para el público y a las 14.00 horas comenzará la Comida Campestre.
Origen
Se remonta al año 1960 en que el Ateneo de Ullán organiza entre sus miembros la primera Romería Vikinga.
El objetivo era recordar y conmemorar las invasiones escandinavas, vikingas, normandas y sarracenas a tierras gallegas, en la Edad Media. Invasiones con el propósito de llegar a Santiago de Compostela a través del rio Ulla (la vía más rápida para conquistar toda Galicia) y saquear su catedral.
Para proteger esta vía de acceso se levantó un sistema de fortalezas y torres defensivas, vital por su importancia estratégica. En lo que queda de este complejo militar del oeste es donde se escenifica hoy en día el desembarco del Rey Vikingo, Ulfo
Celebración
La noche anterior al desembarco, se organiza una cena vikinga (gastronomía gallega regada con mucho vino) en las “Torres del Oeste”, a la que hay que asistir vestido de Vikingo, campesino o con traje de la época. Seguirá una procesión de antorchas, lectura del conjuro y una enorme queimada.
El domingo en la explanada de las Torres del Oeste se emplaza un mercado medieval y se ofrece a los romeros mejillones y vino de Ulla.
El desembarco es el momento crucial de la romería. Las grandes velas rojas y blancas de los imponentes “Drakkar” (réplicas auténticas de barcos vikingos) se ven desde lejos. Se empiezan a oír toques de cuerno y al grito de “
¡UR – SU –LA! ¡UR-SU-LA! - ¡UH! ¡UH! ¡UH!“
1, los temidos vikingos se aproximan a tierra. Unos reman, otros empuñan espadas, otros van subidos al palo mayor de las naves.
Los belicosos invasores ataviados con escudos, mazas, hachas, pieles, cascos con cuernos, actitud desafiante y feroces rostros, sin piedad alguna inician el desembarco vikingo.
“
!BARCO VIKINGO A MATAR!”, con este grito aterrador, espadas en alto y caras pintadas comienza la batalla entre los bárbaros invasores y los lugareños.
Las naves cargadas con despiadados vikingos vociferantes, arriban. Los piratas se tiran al agua, rompen con sus mazas los barriles de vino. Los bárbaros con el mazo en una mano y el cuerno lleno de vino en la otra, conquistan la fortaleza y las torres en una delirante batalla de alaridos y frenesí.
En este desembarco sanguinario, invasores y defensores terminan cubiertos de sangre, del color rojo intenso del vino Ulla, pues de ese vino terminan todos empapados. Música, gaitas y tambores resuenan en el aire, en vez de ríos de sangre corren ríos de vino en esta descomedida y apasionante fiesta.
Cansados y hambrientos, empapados, se dan un festín: pulpo, mejillones, empanadas, churrasco y vino hasta la noche, hasta que el cuerpo aguante. De esta manera frenética donde se mezcla cultura, historia, comida y bebida transcurre la invasión vikinga más demencial y chispeante de la historia.