martes, 14 de abril de 2020

CONDENADA A 5 MESES DE CÁRCEL POR TOCAR EL TELEFONILLO EN ESTADO DE ALARMA



Quien de las épocas 70, 80 no salió a hacer travesuras porque en esa época eran travesuras que nunca pasaban a mayores porque los valores que nos fueron inculcados prevalecieron siempre a la hora de que no pasara a mayores. Pero los tiempos cambian y los valores se pierden. Aquí os dejamos varios casos de lo que puede llegar a ser lo que antes era una chiquillada.

A esta señora le salió caro el ponerse a molestar a los vecinos tocando los telefonillos de un edificio en Riveira. Quien no se acuerda de salir en su infancia a tocar timbres y salir corriendo, era una de las cosas que nos causaba mucha adrenalina pero porque los valores de mi época eran otros y claro que salíamos corriendo porque había ánimo de pasarlo bien pero también había mucho respeto un adulto te llamaba la atención y a nadie se le pasaba por la cabeza de enfrentarse con él o faltarle al respeto con insultos porque lo que primaba era la educación. En algún momento de la evolución hemos perdido los valores o principios de convivencia. 

El juzgado de guardia de Ribeira (La Coruña) ha condenado a cinco meses de cárcel a una mujer como autora de un delito de desobediencia, con la agravante de reincidencia. La sospechosa, que ya fue sentenciada por hechos similares el 24 de marzo y el 9 de abril, se mostró conforme con la pena, por lo que la jueza dictó sentencia oral en la sala, según ha informado este martes el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). La mujer reconoció que timbró este domingo en numerosas ocasiones «sin justificación alguna» en los telefonillos de vecinos de la plaza de Vigo de Ribeira, quienes alertaron a la policía.
Los agentes de la Policía Nacional se desplazaron al lugar de los hechos, donde la condenada se encaró con ellos, al tiempo que les decía que estaba allí porque le daba «la gana». Los funcionarios le informaron repetidamente de que iba a ser sancionada si no deponía en su actitud, pero les espetó: «Sois unos inútiles», entre otros insultos, por lo que fue detenida. «Lejos de ofrecer una justificación, se encaró con los agentes diciéndoles que se encontraba allí porque “le daba la gana, porque le salía de los cojones y que le importaba un huevo lo que hicieran”», recoge la sentencia facilitada por el TSXG.


La jueza denegó en un auto la suspensión de la condena de cinco meses de cárcel —la Fiscalía solicitaba que la pena fuera de siete meses y medio de privación de libertad, pero al ser sentencia de conformidad se redujo en un tercio—, por lo que la arrestada ingresará en prisión. «El actuar ilícito y continuo de la condenada, obviando las graves circunstancias sanitarias concurrentes, obligan a no suspender la pena de prisión impuesta», destaca.

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