lunes, 16 de enero de 2017

ARROZ CON BOGAVANTE

El arroz con bogavante es una exquisita receta tradicional de la gastronomía española, sobre todo de las zonas costeras. Es un plato de preparación muy parecida a la paella, y se puede servir tanto con el arroz caldoso como con el arroz más seco. 

El bogavante es un marisco saludable que contiene ácidos grasos omega que ayudan a reducir el riesgo de tener problemas cardíacos. Es rico en vitaminas y además aporta muchos minerales a nuestro organismo. Las calorías del marisco por norma general suelen ser bajas, esto lo convierte en un alimento bastante interesante dieteticamente. 





Ingredientes:


- 200 gramos de arroz tipo bomba

- 150 gramos de tomate triturado

- 800 ml de caldo de pescado

- Un pimiento rojo pequeño

- Un bogavante mediano

- Dos dientes de ajo

- Una cebolla mediana

- Una cucharadita de pimentón dulce

- Varias hebras de azafrán

- Sal

- Pimienta negra molida

- Aceite de oliva virgen


Preparación:

El arroz con bogavante En caso de emplear un bogavante vivo lo mejor es comprarlo el día que se vaya a preparar, para que así esté lo más fresco posible, y si vamos a emplear un bogavante congelado, habrá que descongelarlo previamente. 

Además de esto vamos a comenzar preparando el resto de ingredientes, así que pelaremos una cebolla no muy grande y la picamos lo mejor posible. Lavamos el pimento, le quitamos las semillas y lo picamos igual que la cebolla. Los dientes de ajo los laminamos bien finos tras pelarlos. En cuanto al tomate triturado, podemos triturar tomates naturales, algo aconsejable si tenemos unos buenos tomates, lavándolos previamente, pero si no disponemos de unos buenos tomates entonces podremos emplear tomate triturado de lata, que no es mala opción en este caso. El caldo de pescado se puede hacer previamente o comprarlo ya hecho, hazlo como prefieras. 


Con todos los ingredientes ya preparados procedemos a trocear el bogavante, lo cual haremos con un cuchillo grande bien afilado. Cuidado con las pinzas, aunque suelen estar cerradas con la ayuda de unas gomas. Colocamos el bogavante bocarriba y clavamos el cuchillo en la parte de atrás de la cabeza, y la cortamos en dos mitades a lo largo. Después cortamos y separamos la cabeza del tronco, y este último lo troceamos en rodajas, lo que haremos fácilmente gracias a las anillas que tiene el mismo. Es interesante aprovechar el jugo que suelta el bogavante para añadirlo al arroz, ya que le dará muy buen sabor. 


Y comenzamos ya con la elaboración del arroz con bogavante, para lo que vamos a necesitar una paella o cazuela de tamaño adecuado, que pondremos a calentar a fuego medio y con un chorreón de aceite de oliva virgen. Una vez el aceite esté caliente vamos a echar el ajo picado junto a la cebolla y el pimiento bien troceados, con un poco de sal por encima, y sofreiremos a fuego medio durante unos 6-8 minutos, hasta que se pochen bien tanto la cebolla como el pimiento, removiendo para que se cocinen bien por todos lados. Agregamos a la cazuela las dos mitades de la cabeza del bogavante y las rehogamos un par de minutos junto al sofrito. Si quieres puedes añadir las pinzas, a las cuales les damos unos golpes para romperlas, y que se cocinen bien por dentro. 

Echamos el pimentón dulce, lo removemos para mezclar y cuando se haya cocinado un minuto o dos entonces echamos el tomate triturado a la paella o cazuela, bajamos a fuego suave, salpimentamos bien y mezclamos bien para dejar que el tomate se cocine y se reduzca unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando. Vamos a esperar a que el tomate se espese cuando se haya evaporado su agua, y entonces echamos el arroz, el cual os recomendamos que sea de grano redondo, tipo bomba, el cual vamos a rehogar un poco a fuego medio para que vaya tomando los sabores. 


Vertemos después el caldo de pescado, que habremos calentado previamente, con unas hebras de azafrán disueltas en el mismo, de forma que el arroz quede bien cubierto con el mismo, y cuando empiece a hervir lo mantenemos a fuego más bien suave hasta que quede bien hecho, lo que llevará entre 15 y 20 minutos más o menos. Con la cantidad de caldo indicado nos debe quedar un arroz más bien seco, pero si te gusta que quede un arroz caldosito deberás agregar un poco más del mismo. Controla siempre que la cocción del arroz es la adecuada antes de retirarlo del fuego, y si va necesitando más caldo, agrégalo poco a poco. 

Cuando quede poco para que el arroz esté en su punto vamos a agregar la cola del bogavante troceada, bien repartida por el arroz, y dejamos que se cocine, lo que no va a llevar demasiado tiempo, ya que queremos que queden jugosos. Al acabar dejaremos unos últimos 5 minutos de reposo, mientras preparamos la mesa, y después ya podemos apartar para comer en caliente este exquisito arroz con bogavante, que verás cómo es un plato que te va a encantar repetir en más ocasiones. 

sábado, 14 de enero de 2017

Lenda da Cova da Paralaia

Monte de PARALAIA ( Piedra de piedra ) es un monte de Moaña repleto de históricas fantásticas leyendas en donde se dice que hay una cueva que se convirtió en un pozo , lleno de tesoros con pasadizos subterráneos que llegan la playa de Darbo, a la de Meira y a la cova de a Lontra en Tirán. 

Cova da Paralaia
  La Leyenda :
El monte de A Paralaia está plagado de tesoros y de encantos, de mouras y mouros que aparecen y desaparecen, de piedras con pilas que se llenan y se vacían con la marea.

A Pedra do Mediodía, que está hendida, son dos hijas del rey de Provenza. El mozo que les quiso hacer el favor de desencantarlas se asustó cuando se transformaron en dos serpientes enormes, y, al decir:


¡Válgame la virgen del Pilar!, dejó el trabajo a medio hacer.

No se sabe dónde estaba la Cova da Paralaia (cueva de A Paralaia).

Hay testigos que la describen como de amplia entrada, unos dos metros de altura, dos escalones de bajada y amplio recibidor abovedado en el que confluí­an cuatro o cinco galerí­as.Para hacerse rico, hay que entrar en ella a las doce de la noche de San Juan.


Saldrá entonces una vieja moura con su manto de oro. Diciéndole “Pipar do saco” (“Pimplar del saco”), lo da todo.

Esa misma noche, a la misma hora, se peina a la vista una princesa moura que también puede dar tesoro, como también lo da el mouro encantado que vive allí­ si se hace lo que manda. Hay que ir por la mañana temprano y llevar un saco. Él saldrá en figura de cobra y hay que meterlo en el saco.



También se cuenta que en el año 1895 llegó un mouro a la puerta de la dueña del pazo de O Rosal y pidió prestado un carro con sus bueyes y dos criados, pues tení­a que ir a la cueva de la moura Paralaia.

Solamente entró el mouro en la cueva. Llovió, tronó y a la media hora salió el mouro con una figura de santo al hombro. La pusieron en el carro y la llevaron hasta la playa de A Xunqueira. El mouro se puso encima de la figura del santo y desapareció.

Justo un año después recibió la dueña del pazo un paquete con un pañuelo de seda roja y unas letras, muy agradecidas por todo, invitándola a que pusiera el pañuelo donde más le complaciese.

La dueña del pazo, la señora Mona, lo puso por velo en un nogal, pero al dí­a siguiente el árbol desapareció.


Desde la Cova da Paralaia se puede ir por subterráneo hasta Meira, hasta Darbo o a la Cova de A Lontra en Tirán. Allí­, a los huecos de las peñas, llega el agua del mar cuando sube la marea, lo que aprovecha una princesita moura, muy bonita, de largos cabellos dorados, vestida de blanco con su palangana y su peine de oro para el aseo. Quien le tire una piedra y le haga sangre, tendrá mucho oro.


Lo que si hay que decir que la sierra DO MORRAZO es uno de los sitios con las vistas mas bonitas de a nosa Galicia,  el mismo Martín Sarmiento, se sorprendió de las vistas y dijo:

Os olhos se fartan ( Los ojos se hartan )
con tanto recreo ( con tanto recreo )
de terra, de verde ( de tierra, de verde )
de mar e de ceo. ( de mar y de Cielo .)


sábado, 7 de enero de 2017

Chocolate con Churros

Estos días de frío apetece tomar una taza de chocolate espeso y calentito con unos churros caseros espolvoreados con azúcar. El chocolate se puede hacer de varias maneras, yo suelo hacerla: Empleando chocolate en tableta que es el método tradicional. Aquí mis recetas, fáciles y tentadoras.



    1. Ingredientes para los churros caseros
    2. 1 litro agua
    3. 1 chorro generoso de aceite
    4. 1 pizca sal
    5. 250 g harina
  1. Ingredientes para el chocolate a la taza con tableta
  2. 1 litro leche
  3. 300 g chocolate para taza en tableta
  4. 15 g maicena (harina fina de maíz)
  5. a gusto Azúcar


  1. Elaboración de los churros caseros:
  2. Colocar el agua en una cacerola, llevarla a ebullición y añadirle el aceite y la sal.
  3. Verter la harina de golpe y mezclar con espátula constantemente hasta obtener una masa uniforme. Mantener en el fuego la preparación mientras se mezcla.
  4. Echar la masa en la mesada, rociarla con un poquito de aceite y mezclarla hasta que dicho aceite se integre a la masa.
  5. Armar los churros empleando una manga repostera o un utensilio especial para fabricar churros. Darles la forma deseada, alargada, con ondas o forma de gotas.
  6. Freir los churros en abundante aceite caliente hasta que se doren.
  7. Retirarlos y colocarlos en una fuente con papel absorbente para que queden sequitos y crujientes.

    Espolvorear los churros con azúcar.


    Elaboración de chocolate a la taza tradicional:
    1. Calentar la leche en una cacerola adecuada a fuego moderado. Reservar un poquito para disolver la maicena.
    2. Una vez caliente la leche, añadir el chocolate troceado y remover con cuchara de madera constantemente hasta que se derrita.
    3. Agregar la maicena disuelta en un poquito de leche, el azúcar y continuar removiendo hasta que espese ligeramente.
    4. Servir caliente acompañado de churros caseros.




viernes, 6 de enero de 2017

Lendas Galegas - Graznidos de aves

 Leyendas Gallegas Los graznidos de algunas aves, como los cuervos, cuando se oyen con insistencia en los árboles próximos de una casa, son de fatal agüero y significan o un alma en pena o un aviso de que luego morirá una persona.


jueves, 5 de enero de 2017

LEYENDA DE SAN ANDRÉS DE TEIXIDO


Las leyendas que explican la formación de este santuario como lugar de poder son muchas. La más importante y famosa es la que reza “A san Andrés de Teixido, vai de morto o que non foi de vivo” es decir, si no vas de vivo, irás de muerto. Esto hace referencia a la creencia de que San Andrés se sentía celoso ante la afluencia de peregrinos a Santiago de Compostela. 


Un día recibió la visita de Dios acompañado de San Pedro y les comentó su queja con mucho pesar.
A lo que el Todopoderoso le prometió que, a partir de entonces, a su santuario acudirían en 
procesión todos los mortales y, quien no lo hiciera en vida, tendría que hacerlo muerto, es decir, en espíritu.

Hay quien cuenta que lo que pasó en realidad fue que la barca de San Andrés arribó violentamente a los acantilados de Teixido, tras un naufragio, quedando convertida en peñascos… los peñascos conocidos como A Barca de San Andrés (porque dicen que tiene forma de barca invertida, es decir, con la quilla hacia arriba). El naufragio debió ser de órdago, con lo que Dios le compensó, prometiéndole que sería visitado y venerado por todos los mortales.

Ahondemos un poco más aún en estas leyendas y busquemos más atrás. Esta historia es como poco, curiosa. Se cuenta que cuando Dios terminó el mundo, descansó, apoyando su mano derecha sobre la región de Galicia.
Los dedos se hundieron en el suelo, aún blando como la arcilla, y dieron lugar a los valles sumergidos que hoy se conocen como rías gallegas. Debieron de ser unos dedos realmente grandes. Mucho tiempo después, Jesús, acompañado de su amigo Pedro, quiso conocer el lugar en el que su padre había descansado la mano (para creer esto hay que obviar deliberadamente todo lo que se haya podido leer al respecto en la Biblia). Entonces, ambos amigos, tuvieron que recorrer toda la Península Ibérica hasta dar con el lugar concreto, donde muertos de sed, decidieron descansar. Sin embargo, el agua no era potable y tampoco encontraron nada que comer, así que Jesús pidió ayuda a su padre. Dios le envió una manzana y en el interior estaba cobijado San Andrés, así cuando Jesús hubo saciado el hambre y la sed, el santo quedó liberado.
Por ello, Jesús encomendó el lugar a este santo, para siempre. Pero San Andrés, desolado, le pidió que no le abandonara en un lugar tan inhóspito en el que no había ni comida ni agua.

Y Jesús le prometió que, a partir de ese momento, la comida sería abundante, el agua fresca, le visitaría gente de todos los lugares del mundo y su nombre sería conocido y venerado por todos e incluso, tiempo después, también allí descansaría su hermano mayor, Santiago, quien también sería venerado por todos los cristianos. Y el santo aceptó.


COMO LLEGAR

O FERREIRO DE CASTRELOS



EL HERRERO DE CASTRELOS. 


Un herrero de Castrelos, aferrado a su trabajo había dejado transcurrir su juventud sin fijarse en mujer alguna pero como el destino es caprichoso dispuso su obstinación por una ya en edad avanzada.


A pesar de obsequiar a la joven con una gran joya, nada pudo hacer para no obtener su rechazo, decidiéndose entonces por secuestrarla. La muchacha, muy religiosa, le pidió al herrero poder asistir a misa todos los días y éste, al ver que la Iglesia estaba frente a su herrería, aceptó.


Pero un día, una meiga se le apareció al herrero y le dijo que pronto moriría y su joven mujer encontraría a un joven hombre con quien se casaría.


El herrero, cegado de ira cogió un hierro ardiente con el fin de transfigurar el rostro de la joven que se encontraba en la Iglesia de Castrelos orando. Pero Dios se interpuso y protegiéndola tapió la puerta sur de la Iglesia con una pared de piedra que a día de hoy se conserva.




O FERREIRO DE CASTRELOS.

Un ferreiro de Castrelos, aferrado ao seu traballo deixara transcorrer a súa xuventude sen fixarse en muller ningunha pero como o destino é caprichoso dispuxo a súa obstinación por unha xa en idade avanzada.

A pesar de obsequiar a moza cunha gran xoia, nada puido facer para non obter o seu rexeitamento, decidíndose entón por secuestrala. A rapaza, moi relixiosa, pediulle ao ferreiro poder asistir a misa todos os días e este, ao ver que a Igrexa estaba fronte á súa ferraría, aceptou.


Pero un día, unha meiga aparecéuselle ao ferreiro e díxolle que pronto morrería e a súa nova muller encontraría a un novo home con quen casaría.


O ferreiro, cegado de ira colleu un ferro ardente co fin de transfigurar o rostro da moza que se encontraba na Igrexa de Castrelos orando. Pero Deus interpúxose e protexéndoa tapiou a porta sur da Igrexa cunha parede de pedra que a día de hoxe se conserva.

jueves, 29 de diciembre de 2016

A traxedia do Ariete - La tragedia del Ariete

Naufraxio nas costas Galegas o 25 de Febreiro do ano 1966 do destructor Ariete.

Fue entregado a la Armada el 7 de febrero de 1961 en Ferrol.1 Fue asignado junto con los demás buques de la misma clase a la 31 escuadrilla de Escolta con base en Ferrol.
El 25 de febrero de 1966, mientras navegaba de Ferrol a Cartagena, se vio sorprendido por olas de 12 metros. 


 Han pasado más de 41 años desde que el destructor D-36 Ariete, de la clase Audaz, que navegaba de Ferrol a Cartagena, fue sorprendido por olas de 12 metros. Llegó hasta las islas Cíes, frente a Vigo, pero el viento roló súbitamente y lo empujó de nuevo a Carnota, 60 kilómetros al norte. El tripulante de un petrolero murió al intentar remolcarlo. También fracasó la fragata F-42 Legazpi, uno de cuyos marineros perdió un brazo. El Ariete se fue hacia tierra y encalló a 200 metros de la costa. Era la última hora de la tarde.

Esa tierra era la punta rocosa de la playa de Ardeleiro, en el extremo de la llamada Costa da Morte, donde para conmemorar el 40 aniversario del embarrancamiento, se reunieron 48 hombres ya jubilados, con visera de la Armada y un espíritu de pandilla juvenil que les hizo gritar mientras se sacaban la foto: “¡Viva el Ariete, que vale por siete!”. Los 48 formaban parte de los 166 tripulantes de la fragata Ariete, de la Armada, que en medio de un furibundo temporal encalló junto a la playa de Ardeleiro, el 25 de febrero de 1966. La población de Lira se echó al mar y logró rescatar con vida a todos, una gesta que le valió a Carnota la consideración oficial de pueblo humanitario.



Decenas de hombres y mujeres acudieron a la playa, y entre el fuerte oleaje que embestía las peñas, ayudaron a enganchar el cabo tras horas de desesperación. Al caer la noche, dos tractores iluminaron la costa. Como el Ariete había perdido los botes salvavidas, la tripulación se las ingenió con unos grandes canastos que había a bordo para deslizar a la gente a tierra. “Las mujeres se ataban sacos a la cintura para aguantar la presión. Había tal compañerismo que nadie quería ir primero”, relata Mendoza. “Al llegar a la playa, volaban las botellas de coñac que habían traído los vecinos”.



Supervivientes del naufragio del destructor D-36 Ariete 




Homenaje en Lira - Carnota (A Coruña)

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