El valle del Miño en la zona de Orense ya estaba habitado en la época castreña como prueban los asentamientos del Castro de Oira, San Tomé y Valdegola así como el asentamiento originario en las proximidades de As Burgas, las fuentes de agua termal en torno a las cuales se conformó la ciudad romana.
El origen de la ciudad es romano, aunque existen dudas sobre la etimología del topónimo Orense. La primera teoría señala que fue bautizada por los romanos posiblemente como «La ciudad del oro» (Auriense) por su enorme abundancia de este metal, lo que la convirtió en una importante ciudad de la provincia romana de Hispania hasta que se agotaron sus reservas Taquae urente («aguas abrasadoras»), o del germánico warmse («lago caliente»), por sus conocidas fuentes de aguas termales, conocidas como Burgas (nombre derivado del bajo latín burca, que significa pila).
Pozas de A Chavasqueira
Su manantial, que suministra caudal a tres piscinas externas en cascada con temperaturas de 38 °C a 41 °C, brota en el interior de una construcción de granito denominada Templarium (con terma interior, piscina fría de contraste y un futuro Sudarium). Conocidas desde antiguo, se denominaban «Caldas do Bispo», por el obispo que las mandó acondicionar. La edificación de
piedra original que forma parte del conjunto actual era parte del primer balneario que se construyó en esa zona y que se encontraba más cercano al manantial de «O tinteiro» pero del que en la actualidad no se conserva ningún resto ya que quedó bajo el puente de la carretera que discurre paralela al río. El conjunto arquitectónico, como un antiguo templo japonés, está realizado en
madera y se completa con un jardín de piedra inspirado en la milenaria cultura Zen. Las dos surgencias, con temperaturas aproximadas de 64 y 58 °C, brindan aguas bicarbonatadas sódicas, fluoradas, litínicas y sulfuradas de mineralización media, ideales en el tratamiento de reuma, artritis o asma y para mejorar el funcionamiento de los aparatos respiratorio y digestivo. Hoy, el termalismo lúdico-preventivo constituye una forma sana y divertida para toda la familia, de combinar ocio y salud.
Tres cousas hai en Ourense
que non as hai en España,
o Santo Cristo, a Ponte,
e as Burgas fervendo auga.
Manantial do Tinteiro
Fuente de aguas termales, de uso gratuito, a 500 metros de las anteriores. Este manantial atrae a agüistas de toda la península y de Portugal. Contorno rehabilitado recientemente por el Concello («Ayuntamiento»). Recomendado para enfermedades de la piel y cicatrices. Técnicamente se consideran aguas fluoradas, sulforadas, sódicas y bicarbonatas y manan a una temperatura inferior a las anteriormente citadas (43 °C).
Burga do Muíño
Gran piscina termal al aire libre, de uso gratuito, está situada junto al Muíño da Veiga, en una gran área recreativa, en la zona de Quintela de Canedo. A tres kilómetros del Tinteiro por el paseo peatonal asfaltado en la margen derecha del río Miño.
Burgas de Outariz
Sus aguas manan a una temperatura de 60 °C, en dos puntos diferentes siendo apropiadas para reuma y artritis. En una de ellas se ve incluso aparecer el manantial directamente de la fisura de la roca, lo que la hace más llamativa. Se han construido unas termas al aire libre y una pasarela que comunica las dos orillas. Consta de cinco círculos empedrados sumergidos donde la temperatura de cada uno de ellos varía desde la más fría (36 °C–38 °C) a la más caliente (60 °C). Se trata de sumergirse y quedarse sentado con las piernas estiradas, siendo lo único que sobresalga la cabeza. No se debe exceder este tiempo de 15–20 minutos. Son totalmente gratuitas y se puede llegar a ellas mediante un tren turístico que recorre la capital.
Ingredientes (10 raciones de 2 rebanadas cada una)
Pan para torrijas unos 750 gramos,
1 litro de leche,
100 gr de azúcar,
2 ramitas de canela
aceite de oliva y huevo batido para freírlas, azúcar y canela para terminarlas
Elaboración:
En cuanto al pan lo mejor es hacerlo como os enseñe en cómo hacer pan para torrijas pero si no disponéis de tiempo lo mejor es utilizar un pan destinado para torrijas o bien pan que os haya sobrado del día antes pero como última opción.
Cortamos el pan rebanadas de más de un centímetro. Calentamos la leche e infusionamos las ramitas de canela y añadimos el azúcar. Lo mejor es dejarlo enfriar antes de empapar las rebanadas de pan ya que si no se reblandecen demasiado. Una vez remojadas las rebanadas de pan las pasamos por huevo batido y las freímos en aceite de oliva bien caliente.
Las escurrimos bien y las ponemos en papel secante para quitar la sobra de aceite de oliva. Las rebozamos seguidamente en azúcar y canela (unas dos cucharaditas de canela en polvo por cada 100 gr de azúcar).
Almejas a la marinera Ingredientes: 1.2 kilos de almejas
1 cebolla
1 rama de perejil 1/2 cucharada de pimiento dulce Un poquito de pimiento picante 1/4 litro de aceite de oliva Un vaso de vino blanco Una cucharada de harina Una hoja de laurel
Preparación: Lo primero que hay que hacer es limpiar bien las almejas para ello hay que dejarlas en agua con sal durante unas horas para
que escupan bien la arena En segundo lugar se rehoga la cebolla picada en el aceite Añadimos las almejas y cuando abran se les añade el vaso de vino blanco, el pimiento dulce y picante el laurel y el perejil mejor bien picado Por último se le echa la harina para engordar la salsa, esto ya es en función
del gusto de cada uno. Y está prácticamente listo solo hay que dejar hervir un poco removiendo para que no se peguen y que les aprovechen.
En Galicia el pan es arte y un sentimiento que no se puede describir.
Lo importante para hacer un buen pan es buena materia prima , respetar los tiempos de levado, reposos, amasado y mucha paciencia.
INGREDIENTES
480 gr de harina ....240 de fuerza y 240 de trigo normal 290 gr de agua ....49 gr más en el proceso para mayor hidratación 10 gr de sal
5 gr de levadura de panadería
ELABORACIÓN .-
Primero pesamos y preparamos todos los ingredientes
Disolvemos bien la sal en el agua
En un bol grande ponemos las 2 harinas mezclamos bien y añadimos los 2/3 del agua
Comenzamos a mezclar bien todo hasta ligar la masa
Dejamos reposar 10 minutos
Nuevamente amasamos bien hasta que se forme el gluten correctamente
Es el momento de añadirle la levadura con el resto del agua
Trabajamos nuevamente y ligamos otra vez la masa
Es el momento de dejarla reposar 24 horas en la nevera tapada con film
Al día siguiente sacamos la masa de la nevera y la dejamos a Temperatura Ambiente como mínimo 30 minutos
Comenzamos la segunda parte del proceso ...boleado y desgasificar que hay que hacer con cuidado para no pasarnos
Nuevamente dejamos reposar tapada la masa unos 15 minutos
Es el momento de darle la forma deseada en mi caso con el moñete ....
Ponerla en la bandeja que vaya al horno ydejarla levedar 1 hora
Preparamos el horno a 250 grados arriba abajo y ventilador ...unos 10 minutos antes
Metemos en la parte baja del horno un recipiente con agua , pulverizamos con agua por todo el espacio dejamos que se produzca vapor .....es el momento de meter el pan .
Durante los primeros 15 minutos mantenemos la temperatura primera después vamos bajando dependiendo del color que tome el pan hasta llegar a 200-190-180 grados dependiendo de cada horno...el proceso de horneado dura como mínimo 45 minutos .
Sacamos del horno , y enfriamos sobre rejilla o de pié ladeado.
Demos, trasgos e diaños, espíritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas, feitizos das menciñeiras.
Podres cañotas furadas, fogar dos vermes e alimañas.
Lume das Santas Compañas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregón da morte, fociño do sátiro e Pé do coello.
Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello.
Averno de Satán e Belcebú, lume dos cadáveres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernais cus, ruxido da mar embravecida.
Barriga inútil da muller solteira, falar dos gatos que andan á xaneira, guedella porca da cabra mal parida.
Con este cullerón levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno, e fuxirán as bruxas a cabalo das súas escobas, índose bañar na praia das areas gordas.
¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no augardente, quedando así purificadas.
E cando esta queimada baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa alma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, aquí e agora, facede cos espíritos dos amigos que estan fora, participen con nos desta queimada.
Receta da Queimada
1 lt. de aguardiente
5 cucharadas de azúcar
cascara de 1 limón
1/2 manzana cortada en dados pequeños
1 puñado de granos de café.
En una olla de barro o cobre colocar todos los ingredientes
salvo el orujo el vino y la canela.
En un cucharón colocar 1 copa de orujo y prenderle
fuego.
Con esta llama, y con mucha paciencia, prender fuego a la
orujo que se encuentra en la olla.
Agregar la copa de vino tinto y canela al gusto un poco
antes de apagarla.
Dejar consumiendo el alcohol hasta que la llama adquiere un
La meiga es la bruja satánica cuyo cometido es causar el mal en virtud del pacto que tiene con el demonio. En las encuestas llevadas a cabo por Carmelo Lisón, la meiga para los entrevistados es "mala, dañina", "con potestad... para dominar... a personas", con "poder de hacer el mal", "ofenden", "hacen perder el sentido", "quitan la salud", "enferman a un vecino o a un animal", "secan a los niños", "destruyen el fruto... y la pesca", "envidian", o "echan la mala suerte en casa". Y todos coinciden que su poder le viene del demonio —cuando les mira una mujer que tienen por meiga dicen: vioume o demo, 'me ha visto el demonio'—. Sus dos notas esenciales y distintivas son que envidian y aojan, no sólo a las personas sino a sus pertenencias —a su casa y a su ganado—. Según Carmelo Lisón, por envidia se entiende "una mala idea o mal pensamiento siempre intencional, una voluntad perversa junto con una emotividad que consiste en puro deseo del mal, en querer hacer el mal por el mal, de forma gratuita y satánicamente. Su objetivo puede ser también la venganza por agravios reales o supuestos".
Métodos para protegerse de las meigas
Para defenderse de ellas y de sus hechizosexistenamuletosque pueden colocarse en las casas o colgarse del cuello del afectado. Estos son algunos de ellos:
Colocar una escoba vuelta del revés tras la puerta de la entrada
Llevar un diente de ajo, una castaña pilonga. Llevar una higa (mejor de azabache compostelano) colgada del cuello o unos cuernos de vacaloura (un tipo de escarabajo)
Tener en casa tierra bendita de los cementerios o ramas de laurel bendito el Domingo de Ramos
Buscar garras de fieras o dientes de lobo
Poseer en forma de varitas, colgantes o pectorales, trozos de azabache, ámbar y distintas piedras capaces de rechazar los venenos y encantamientos.
Tradicionalmente se cree que saltando la cacharela de San Juan tres veces o múltiplo de tres se espanta a las meigas.
Es muy popular la frase, "Eu non creo nas meigas, mais habelas, hainas ("Yo no creo en las meigas, pero haberlas, las hay"), que resume a la perfección el equilibrio del carácter gallego entre lo práctico, la incredulidad y el misticismo.
El meigallo es el hechizo que realizan las meigas. Un ensalmo muy común es "¡Meigas fóra!", que es acompañado del gesto de la higa.
La referencia más antigua de la existencia de personas que en Galicia recurren a algún tipo de magia es de finales del siglo XIII: un sínodo reunido en Santiago de Compostela en 1289 prohíbe a los clérigos, bajo ciertas penas, que sean adivinos, augures, sortílegos y encantadores. La prohibición se extiende a todo tipo de personas en el siglo siguiente bajo pena de excomunión.
En el siglo XVI se menciona la existencia de «mujeres hechiceras» que hacen hechizos y maleficios a los hombres. El sínodo del obispado de Orense celebrado en 1543-1544 proclama la excomunión de todas aquellas «personas así varones como mujeres, [que] queriendo saber lo que no saben, o lo que ha de ser... va[n] a agoreros y a encantadores, hechiceros y hechiceras». El sínodo denuncia que al estar el «santo olio... en la pila del bautismo, hechiceros y hechiceras con sacrílega temeridad y atrevimiento diabólico lo han hurtado para mezclar con sus hechizos y supersticiones erróneas». Por otro lado, ni la palabra bruxa ni la palabra meiga aparecen en la documentación de la época.
El tribunal de la Inquisición española de Santiago de Compostela, que comenzó a actuar en la segunda mitad del siglo XVI, se ocupó de los "hechiceros" y de las "hechiceras". Los primeros casos datan de 1565 cuando se acusó a un sastre de «hechicero» e «invocador de demonios», al que acudía la gente para preguntarle «cosas futuras y escondidas» y a un ciego de ser «hechicero e invocador de demonios que llamaba [en sus conjuros y prácticas] a... Belcebú». En un tercer caso se menciona, probablemente por primera vez, a las brujas, cuando un campesino acusado de invocar a «Satanás y a Barrabás" declara que le habían llevado un joven para que lo curara y que "eran tres brujas [las que] hacían mal al muchacho».
En los casos de los que se ocupó el tribunal de Santiago durante el resto del siglo XVI a los acusados de practicar la magia se les llama «hechiceros» y «hechiceras», pero algunos de ellos habrían sido considerados brujos y brujas por otros tribunales debido a los «tratos» que mantenían con el demonio. En 1579 una hechicera es interrogada y torturada por «haber tenido invocaciones, tratos y cópula con el demonio»; en 1582 otra «hechicera e invocadora de demonios» «confesó el pacto que tenía con el demonio y cómo a veces... había tenido con él acceso carnal, unas veces de día y otras de noche y haberse ofrecido [en] cuerpo y ánima al demonio, ofreciéndole así mismo la sangre del dedo». O más claramente en el caso de un «hechicero... [que] iba donde andaban las brujas... de noche».
A finales del siglo XVI y principios del siglo XVII estudiando las actas de los procesos de la Inquisición se puede observar que se empieza a distinguir entre hechicera y bruja, como ha destacado Carmelo Lisón. El concepto de hechicera se relaciona "más con la manipulación de ensalmos, hierbas, nóminas, bendiciones, filtros, polvos, pelo, ropa, incienso, tierra de cementerio, agua bendita, conjuros, ligar y desligar, etc., mientras que el de bruja va adquiriendo características demoníacas (hacer el mal, vuelos y reuniones nocturnas, pacto y acceso carnal con el demonio, muerte de niños, etc.)". Es el caso de una mujer a la que sus vecinos le llaman bruja sin que ella lo niegue que le gritó a uno de ellos "que le había de hacer cosa que no medrase en su vida"; o de otra que también es acusada por sus vecinas de "que tenía fama de bruja y se lo llamaban y ella los sufría y lo debía de ser porque había[n] visto cómo había amenazado a una mujer de que se lo había de pagar y hacer que no viese ni pudiese ganar de comer y que había sucedido que dentro de ocho días se le soltó a la amenazada mucha sangre por la boca y tuvo los ojos para perder". También la palabra bruja empieza a ser usada a nivel popular, como lo contrario a una mujer "honrada y limpia" moralmente.
A partir de 1612, sólo dos años después del proceso de las brujas de Zugarramurdi en Logroño, la actividad del tribunal de la Inquisición de Santiago se dirige más contra las "brujas" que contra las "hechiceras". Y es precisamente en esa segunda década del siglo XVII cuando aparece la palabra meiga para referirse a la bruja maléfica cuyo propósito es enmeigar, es decir, hacer el mal a personas y animales.
En las décadas siguientes la bruja-meiga reproduce los rasgos de la idea de la bruja que predomina entonces en Europa Occidental y que llega a Galicia a través de la brujería vasca. Así en las actas del tribunal de Santiago aparecen todas las fantasías atribuidas en Logroño a las brujas de Zugarramurdi: "respetan una jerarquía entre ellas, se untan para salir de casa y volar, reniegan de la fe y cumplen con el ósculo infame y, asimismo, después de la apostasía tienen relación carnal con el demonio (en figura de cabrón) por sus partes traseras"; "se casan con el diablo que las marca con la uña por suyas, destruyen los frutos de los campos en salidas nocturnas, matan a niños, entran en aposentos para poner hechizos a los que duermen y para consumirles la vida". Se reúnen junto a una fuente de Cangas en la noche de San Juan.