Malpica aparece citada documentalmente en el siglo XIII, como lugar perteneciente al señorío del arzobispo de Santiago de Compostela. En el siglo XV Sancho de Ulloa, conde de Monterrey, la incorporó a sus dominios. A principios del siglo XVII la actividad económica fundamental era la pesca de ballenas, en colaboración con marineros cántabros y vascos. Decaída la pesca de la ballena, fue hasta la actualidad puerto de pesca de bajura, durante mucho tiempo para las fábricas de conserva y salazón, hoy desaparecidas de esta comarca.
Debido a su importancia como puerto ballenero, Malpica fue sede de la Ayudantía de Marina hasta el año 1895, fecha en la que se trasladaría a Ponteceso y posteriormente a Corme.
Decaído el auge de la pesca de ballena, la peligrosa ensenada (o "ribera" como aún se conoce en la actualidad el puerto malpicano) pasó a ser cala de arriesgados marineros en lanchas de vela que pescaban con artes tradicionales hoy desaparecidas como el "mediomundo". Posteriormente, el sector pesquero cobró un nuevo impulso tras la aparición de las fábricas de conserva y saladura; ahora las tarrafas se lanzaban al mar para capturar la sardina que llenaría los tabales de los Abella o Modesto Ordóñez. En tiempos de escasez, se buscaban mejores caladeros en la ría de Muros.
En la actualidad, Malpica cuenta con una numerosa flota de embarcaciones del cerco y de pesca del día que esperan cada faena en un puerto dotado con inmejorables infraestructuras (fábrica de hielo, lonja nueva, nave de rederas, gran puerto de descarga, dársena de abrigo para pequeñas embarcaciones).
Propio del puerto malpicano, y oficio singular en toda Galicia, es la presencia de los boteros, o taxistas del mar, que cada tarde transportan en sus botes a los marineros desde el muro hasta las embarcaciones pesqueras.
Monumentos
- Torres de Mens.
- Iglesia de Santiago en Mens, románica del siglo XII.
- Pedra da serpe.
- Ermita de San Adrián, situada en el cabo de San Adrián. Anualmente, en junio, se efectúa una romería desde la iglesia del pueblo a la ermita, aproximadamente a cuatro kilómetros. En las proximidades existe una fuente que se dice tiene propiedades curativas en enfermedades de la piel.
- Dolmen de Piedra de la Arca.
- La Casa del Pescador, que contiene diversas pinturas murales del artista gallego Urbano Lugrís, de inspiración profundamente marinera (flora y fauna marina, leyendas del mar, rosa de los vientos).
El puerto de Malpica ofrece otros atractivos para el visitante. Entre los pescadores de caña a las luras, es fácil sentirse nostálgico mientras marineros izan artes de pesca o mientras tarrafas y motoras se acercan al puerto abarrotadas con la pesca de la noche o del día.
Sentadas en el suelo, las atadoras cosen con arte las redes que se rompieron en el fondo del mar. En la lonja, a primera hora de la tarde, el grito de la subasta espera una compradora ("pesca" en la jerga local) la voz de "mío" para que se haga el silencio y realizar la compra. Las Fiestas del Mar, en agosto, funden agua, fuego y gente en la alegría.
Después de saborear cualquiera de los exquisitos platos que ofrecen los restaurantes locales (caldeiradas de pescado, pulpo, marisco), o entre comidas, Malpica invita a echar una caminata por sus calles empinadas, en busca del calor de la conversación alrededor de una hoguera y probar las sardinas asadas.
Tierra adentro, gentes de taberna con la compañía de la taza hablan de abundantes caladeros y duras faenas en el mar. Las plazas de la villa marcan la vida de Malpica marinera.
La Plaza de Anselmo Villar Amigo, recuerda la figura singular de este bienhechor emigrado a la ciudad de Buenos Aires. La Plaza de Santa Lucía fue tiempo atrás espacio de hostales como El Tesoro Escondido donde se hospedó el escritor sevillano Pepe Más, y ojo de los Bajos de Baldaio en días de temporal.
Fiestas
Fiestas
Además de las fiestas parroquiales, tienen fama Corpus Christi y las Fiestas del Mar de Malpica, y la celebración de Santa Filomena en Buño y San Blas en Villanueva.
San Adrián
La fiesta de San Adrián se celebra el primer domingo después del 16 de junio. El festival comienza con la salida del Santo Adrián en procesión desde la iglesia parroquial de San Xulián de Malpica, donde durante todo el año según la tradición, San Adrián cura verrugas. El rito es, después de oír misa, lávese las manos y secarlas en la fuente en una tela que se deja secar al lado de la fuente. La tradición también habla de la curación de otras enfermedades del cuerpo humano y de los animales, después de la misa y la donación correspondiente de una figura de cera que representa la parte enferma del cuerpo. Hay puestos de exvotos en el camino a la capilla, y las cifras se quedan dentro de la capilla.
Corpus
El Corpus se celebra desde hace más de doscientos años. Tradicionalmente se celebra el jueves y el martes antes de que los agricultores se acercaron a las afueras del centro de la ciudad con sus corderos y ovejas, que eran los mercados de malpicáns a la fiesta. Actualmente se celebra el viernes siguiente para cumplir con el calendario de trabajo. Es día de fiesta local. El festival consiste en alfombras de flores, procesión por la mañana, orquestas y atracciones.
El Festival del Mar, que se celebró a finales de agosto, es el homenaje de la gente de mar a su patrona, la Virgen del Carmen, en honor de los que murieron en el mar y todos los marineros. Se dedica una procesión de barcos de pesca decorados con flores que llevan la imagen de la Virgen a las Islas Sisargas, acompañada de varios barcos llenos de gente. Es tradicional lanzar flores al mar como ofrenda a los muertos. Cada año cuenta con una Virgen diferente en un barco y otro barco dará seguimiento con la banda. La gente tira por la borda a veces su ropa, al terminar la procesión.
Cómo llegar